martes, 11 de diciembre de 2007

La utilidad de lo aparentemente inútil

Hoy he tenido que pasar por uno de los trances que aterran a más de uno: hablar en público.

Ahí estábamos mi compañera a la que no conocía de nada y yo delante de un aula llena de gente a la que en su mayoría tampoco conocíamos de nada, teniendo que hablar durante media hora de un tema tan apasionante como la historia empresarial de Apple en los diez años que van de 1995 a 2005.

Hablar en público, proyectar la voz, improvisar cuando sea necesario y demás aptitudes que nunca antes había practicado... ¿O sí?

Porque a fin de cuentas, ¿hay tanta diferencia entre hacer una presentación y dirigir una partida de rol? En el fondo guardan un cierto parecido, así que al final las horas que me he pasado tras la pantalla guiando a mis amigos por los caminos de Rokugan o las calles de Barnacity no han sido una absoluta pérdida de tiempo.

A ver cómo se lo explico a mi señor padre...

3 comentarios:

belialcinha dijo...

ai jasús... qué comparaciones...

Anónimo dijo...

para que luego digan que el frikismo no sirve para nada!!!

P.D. tendrias ke hacer la coña de lanzar los dados y decir "estoy...... encantado de conoceros"

dblach dijo...

eso es una sucia mentira, en una exposición tienes que convencer a la gente y en el rol el master tiene que matar a los personajes y ganar... o no era asi? ya no me acuerdo..