Como
ya amenacé en un comentario en
el anterior post paleofriki, tenía un armario lleno de cartas acumulando polvo listas para ser fotografiadas y comentadas :)
La elección está clara cuando hay que escoger entre empezar a hacer las maletas para irme mañana o pasar el rato recordando mis inicios en el frikerío. La procrastinación me puede, soy así de débil.
La calidad de las fotos es bastante infame porque aproveché para experimentar con el macro de la cámara sin mucho éxito.

Si la memoria no me falla fue el primer
JCC traducido al español. La tercera edición de
Magic era el
hype del momento en los círculos roleros y tenía unas ganas locas de probarlo, pero sólo estaba en inglés y me temía que no iba a ser capaz de engañar a nadie para jugar a un juego sin traducir. Así que cuando salió a la venta el primer juego medianamente parecido a
Magic en castellano me abalancé sobre él. Desgraciadamente resultó ser bastante infame y quedó relegado al olvido enseguida. Lo único positivo que saqué de él fue que años después pude cambiar algunas cartas por otras más interesantes (para mí, al menos) de
Magic.
Doomtrooper pasó sin pena ni gloria, y el aprobado raspado que tiene como media en
BGG me parece excesivamente generoso.

A pesar de estar en inglés, para jugar a este juego sí que logré engañar a alguien. Y es que por aquel entonces en mi grupo de amigos éramos muy fans de
Star Wars. Los VHS de la trilogía original eran una de mis posesiones más preciadas y leíamos con avidez las novelas del
universo expandido de
Timothy Zahn, así que tampoco me costó demasiado
colocar este juego. Al final no terminó de cuajar y apenas logré jugar unas pocas partidas, pero guardo buen recuerdo de él. El sistema de juego era bastante interesante. Era algo así como que las cartas que te quedaban en tu mazo representaban la energía que te quedaba y el fluir de la fuerza, estaba bastante conseguido. El juego tuvo cierto éxito, al menos en el mercado americano, llegando a vender más que
Magic algún que otro mes. Con la llegada de la nueva trilogía la editorial original perdió la licencia y se creó otro juego nuevo basado en la franquicia.

Y entonces por fin llegó la locura de
Magic a España. La editorial
Martínez Roca se hizo con los derechos del juego y lanzó la cuarta edición traducida a nuestro idioma. Era fácil de aprender, rápido de jugar, divertido... Lo tenía todo, salvo que era un maldito sacacuartos publicado por una banda de fenicios cuyo único fin en esta vida era exprimir a los aficionados hasta sacarles hasta
el último euro la última peseta. Además empezó a imponerse un estilo de juego más parecido a un
catenaccio que a otra cosa, que convertía las partidas en algo tedioso. Un par de años después de empezar terminé desencantado del juego y del ambiente enrarecido que se creó a su alrededor. Aún hoy en día sigue siendo el
JCC por excelencia, y pobres e incautos jóvenes siguen cayendo todavía en sus redes. Pobriños.

Mi favorito de entre todos los que he jugado. El espíritu
tolkeniano estaba bastante conseguido y pasé muy buenos ratos jugando a él. Quizás no fuera tan rápido y sencillo como
Magic (con lo que atraer a gente se hacía más complicado), pero lograba enganchar si le pillabas el punto. Y si eras fan de los libros ya ni te cuento. El juego desapareció a finales de los 90 tras la quiebra de
ICE y posteriormente se lanzó uno nuevo aprovechando el tirón de las adaptaciones cinematográficas.

Poco que contar sobre éste. Lo compramos en Irlanda para pasar los ratos muertos. Bastante maliño, pero cumplió con su propósito haciendo más llevaderos los trayectos de alguna que otra excursión. La mecánica consistía en intentar descubrir cuál era el Expediente X de tu rival, conseguiendo pistas en localizaciones y apuntándola en unas hojas especiales que te daban (gratis, cosa rara en este mundillo) en las tiendas. Cada combinación de pistas se correspondía sólo con un Expediente determinado. El primero en acertar ganaba. Un juego tan mediocre como éste era una buena muestra de lo saturado que estaba el mercado por entonces. Ahora no sé cómo estará, pero supongo que se habrá hecho una buena limpia...

Años y años después de haberme desintoxicado de este inframundo de cartas coleccionables, volví a caer como un tonto. Afortunadamente intuí el peligro antes de que fuera demasiado tarde y logré ponerme a salvo :P El juego en sí estaba bastante bien y posiblemente sea el mejor al que haya jugado. Además la ambientación de
L5A es genial, llena de politiqueos, épica, magia, puñaladas traperas, onis y hombres rata. ¿Qué más se puede pedir? Éste es el que está más al fondo de el armario porque es el único al que verdaderamente tengo miedo de reengancharme. A ver si
alguien se anima a dirigir alguna partida al
juego de rol y me quito de tentaciones de cartitas ;-)
Y aquí termina este paseo por las más profundo e inútil de mi memoria. Algún día intentaré comprender por qué recuerdo detalles de un juego insignificante al que sólo jugué unas pocas semanas allá por 1997 y en cambio soy incapaz de recordar cosas verdaderamente útiles como por ejemplo cuándo fue la última vez que le cambié el aceite al coche... Me acordaré de la absurdez de mi memoria si mañana el motor empieza a echar humo en medio de los páramos castellanos.