Pedazo crisis existencial esta mañana. Que si estoy llevando una mala vida del copón, que si me estoy descuidando, que si necesito volver a tener un objetivo para entrenar y centrarme...
¿Y qué pasa cuando mezclas ese estado de consciencia alterado con una conexión a internet y una tarjeta de crédito? Pues que terminas inscribiéndote en el Bilbao Night Marathon del próximo 24 de octubre.
Trece semanas por delante para volver a poner la máquina a punto y no hacer demasiado el ridículo a las orillas del Nervión...
Pedazo ida de olla, a ver qué sale de aquí.
Pero a pesar de que esto es una inmensa locura, no puedo evitar tener la sensación de que realmente necesitaba embarcarme en una salvajada de este calibre por alguna misteriosa razón que no alcanzo a comprender.
Segundo asalto a la distancia de Filípides. E igual de ilusionado que la primera. Eso es bueno :)
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